sábado, 11 de febrero de 2012

LA ESPERADA REFORMA LABORAL.


Ayer, viví con cierta ansiedad de adolescente, la primera aparición ante mi pantalla televisiva de Soraya Sáenz de Santamaría y de la onubense Fátima Báez, Ministra de Trabajo ésta.
El prólogo de los desatinos, lo comenzó y terminó mi pequeña y adorable vicepresidenta y portavoz del Gobierno de España. Y, la siguió con desatinos ya de gran calibre, su compañera y ministra de Trabajo.
No se hace necesario que, se suba por las paredes nadie ante tal reforma. Ni los cebados sindicalistas, ni el figurante matasanos y vividor, al más puro estilo del Marqués de Villaverde y yerno de Franco, el mago de la demagogia Llamazares. Tampoco puede realizarlo, su sucesor Cayo Lara.
Los únicos que pueden quejarse son los parados, y a éstos, tan solo se les van a unir en lo que queda de año, una decena de cientos de miles más. Lo dice el mismo señor De Guindos.
Los otros que les siguen, en sus quejas y acogotamiento supremo, son los que en el día a día, y gracias a nuestras morosas recalcitrantes Administraciones Públicas, van a perder sus empleos hoy, mañana, pasado mañana, etcétera, todos debidos a quiénes como la bonita Soraya, dijo que esta reforma iba destinada sobre todo a ¿promover? a las PYMES.
Seguramente, al enumerar hasta tres veces que, la PYME representa el 95 % de la creación en puestos de trabajo, desea realizar la función de los grandes conquistadores a través de la Historia, primero destruir y más tarde reconstruir.
Queridas ambas dos, se trata de salir al rescate de autonomías como Valencia, y que se pague a todos sus acreedores, en la mayoría de los casos PYMES. Librerías, floristerías, electricistas, fontaneros, carpinteros, escuelas infantiles, pirotécnicos, colegios concertados, pintores, empresas de alquiler de sillas, de carrozas y no sé a cuántas pequeñas empresas de entre diez o catorce empleados cuyo destino es el paro y sin indemnización alguna, al quebrar éstas.
Braman, muchos demagógicos, contra la bajada de los días de pago por despido a los trabajadores. ¿De qué número de días hablan? ¿Qué más da 45 qué 125? Se trata de que se irán a la calle sin cobrar ni un euro, ¿oh, no se enteran?
Será por quiebra provocada por los raqueros inmorales y derrochadores, al frente de las Administraciones Públicas durante lustros. Y con ellos, se marcharán marchitos y arruinados a sus casas, los emprendedores que durante más de dos decenas de años han mantenido el tipo para poder freír y comer.
¿Cuántos años, se hacen necesarios para que se cree un millón de puestos de trabajo en la Comunidad Valenciana?
Y, que son justos los que en cuatro u ocho meses, va a destruir la Administración Pública, entre librerías, pirotécnicos, arrendatarios, escuelas infantiles, colegios concertados, escuelas de formación profesional concertadas, farmacias, empresas de limpieza, hospitales concertados, ambulatorios concertados, empresas de recogidas de basuras, y un larguísimo etcétera. Por no pagar sus obligaciones contraídas.
Mis queridas amigas Soraya y Fátima, no dejen que el árbol no les deje ver el bosque. Y, no olviden, de que les he puesto el ejemplo de una Comunidad, la valenciana regida durante más de tres lustros por los suyos, por sus allegados de partido, por éstos a los que ustedes con Mariano Rajoy, han aplaudido por sacar mayorías absolutas increíbles con la cantidad de imputados que había y hay en sus filas.
Y, ahora, van a dejar que "su propia Administración Pública" la suya, mis queridas Soraya y Fátima, la del PP la del partido que con denuedo y a voz en grito defienden, manden al paro en pocos meses a un millón de parados.
¿Saben ustedes, que hospitales concertados al no cobrar de la Administración Pública, están sin medicamentos básicos y otros materiales de uso cotidiano y puntualmente durante todo el día, por no recibir las cantidades de sus conciertos?
Un servidor suyo, y que las ve como a hijas mías, cree que ustedes conocen esta situación, pero su demagogia política, basada en no haber sido nunca empresarias de una droguería, ferretería, de un despacho de pan, de una escuela infantil, etcétera, hace que desconozcan desde la primera línea de combate el día a día de la pequeña empresa. Y sin esos conocimientos, las convierte en "no útiles" para el desarrollo de sus funciones.
No les pido disculpas, por no merecerlas vuesas mercedes, al fin, solo les he dicho verdades como puños sin faltarles al respeto, ése, que no merecen del pueblo. Ya, que un servidor es pueblo, pero ustedes no.
José Pardo Ferrer.

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