martes, 14 de febrero de 2012

14 DE FEBRERO

Se le denominó hace ya varias décadas como al día de los enamorados. Y, así, se sigue cumpliendo alentado por el márquetin. Pero, lo considero bueno. El amor, en tiempos de dificultades para demasiados, es un bálsamo para los corazones y las mentes de jóvenes y mayores.
Solo los más mayores, podemos hablar de auténticas necesidades que hoy en día la gente no podría ni comprender y muchos, tampoco creer.
Afortunadamente, creo que la sociedad se va concienciando cada día más de que las apreturas ya son una verdadera calamidad. En cualquier caso, invitaría a esta misma sociedad de más de cinco millones de parados, que dentro de cinco días, se abstengan de engordar los intereses de los ya de por sí muy cebados sindicalistas.
España, necesita ahora más paz que nunca. La reforma es mala como siempre para los más menesterosos. Sin embargo, hace unos días leí en prensa escrita que, la Generalidad Valenciana estaba siendo rescatada. Su finalidad primordial, apunta al pago de acreedores y proveedores de servicios.
En cualquier caso, todos los sectores que financian de algún modo a la GV es cierto que siguen sin cobrar en las fechas que prometieron los diferentes consellers de parcelas disímiles y el señor Vela no ha cumplido sus promesas.
Pero, todos los partidos políticos, y sobre todo la gente, no deben de seguir el ejemplo de Grecia. España, mientras cumpla las reglas que comenzó Zapatero –al fin, y cuando ya no había remedio– son las que nos llevarán a una salvación, muy larga y dura. Muchos, entre ellos un servidor, no alcanzaré a ver la luz del túnel ni los brotes verdes.
Pero, deseo significar, que en los duros momentos el amor en el seno de las familias y la unión entre ellas, es lo más significativo y reconfortante. Un ejemplo para los hijos, para los nietos y para la sociedad.
Un abrazo mañanero pleno de ternura, equivale a muchos euros, y es hora de pedir menos y ayudar más. Es mi mensaje para el día de hoy, con el claro deseo de que mañana al levantarse, los enamorados se abracen a pesar del desempleo. Y, si se realiza delante de los niños y se convierte en un abrazo común y familiar al completo cada jornada, mucho mejor.
El amor, es tan hermoso y cálido, que es por lo único que me duele abandonar este mundo. Lo demás, el tiempo todo lo soluciona.
¡Felices días para los enamorados!
José Pardo Ferrer.

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