¿CÓMO SEGUIR ENGAÑANDO AL PUEBLO?
Al pueblo no se le puede engañar eternamente, y nuestra clase política o gente afín a ésta, tal y cómo está nuestra situación financiera y con cinco millones de parados, no dejan de meter la mano en la jarra que más unta, o en la que más mierda se saca –caso de la depuradora de Pinedo.
Según Abraham Lincoln: "Se puede engañar a todo el pueblo parte del tiempo y a parte del pueblo todo el tiempo; pero no se puede engañar a todo el pueblo todo el tiempo", y aquí en España creen que se nos puede engañar a todos eternamente.
Entre tanto, Alfonso Rus cual Cid Campeador, anuncia que aunque se impute al alcalde de Manises por el tema de la depuradora de Pinedo, seguirá yendo en sus listas. ¡Ahí tú, honrado qué eres!
Veamos otra noticia que me da la risa, El Ayuntamiento de Valencia, solicita un crédito del ICO por un valor de 60 millones de euros. Más endeudamiento. La finalidad, pagar facturas pendientes desde 2010. Barato le sale el crédito tras dos años sin pagar interés alguno.
Y un servidor se pregunta inocentemente: ¿No se podría sacar esta cifra, de la rebaja de sueldos de asesores, de la edil, concejales, coches oficiales, escoltas, chóferes, diputados, gastos suntuarios, etcétera? Sí, pero NO, van a seguir viviendo lujuriosamente ellos, y van a joder al pueblo mucho más.
Otra golfería: El presidente de la patronal de Alicante, se ve envuelto en una de las mayores sanciones que recibe su empresa Constructora Hormigones por repartirse los contratos de obras públicas entre un selecto grupo de "Golfos" y, de este modo marcar ellos los precios de mercado.
¡Ay madre mía, adónde camina España!
Y, ya por penúltima noticia desagradable, parece ser que a todos éstos se les una la realeza a través de, Iñaki Urdangarín y su esposa su Alteza Real la Princesa Cristina, al posiblemente, desviar fondos públicos de una sociedad de éstos; al menos, y de momento, los está investigando un juez. ¡Mayor desvergüenza imposible!
Y, ya por último, no deseo pasar por alto, el estremecimiento que mi corazón ha sufrido, cada vez que he visto las imágenes de cómo una jauría de hienas con forma humana despedazaba a Gadafi hasta matarlo. Más tarde y durante algunos días, su cuerpo medio en descomposición y tirado en el suelo como un trofeo de caza, ha sido motivo de fervorosa visita para el pueblo libio.
Hacerse fotografías junto al cadáver del extinto dictador, escupiéndole y realizando todo tipo de variopintas payasadas propias de seres irracionales, y para ello, realizando colas de varias horas de espera.
¡Por la supuesta honradez de nuestros políticos, y por el sentido moral que alcanza nuestra sociedad en el mundo: Peor imposible!
José Pardo Ferrer.
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