Este tipo de reacciones, "casi siempre" se producen por efectos de fanatismo provocados por disímiles aspectos o cuestiones de idiosincrasias encontradas. La gente tumultuosa que se esconde entre la multitud para apoyar a personajes como el señor Mourinho, poseen la misma educación que éste: ¡Ninguna!
Sin embargo, con ser protervo, para esa multitudinaria muchedumbre que paga por ver un deplorable espectáculo y animar al citado señor a que siga comportándose con la misma falta de educación y respeto, la consagra como fanática y algo peor.
No hay cosa más deplorable en un deporte, que personas como Maradona o como Mourinho, por disparejos motivos. Pero uno y otro, son y ha sido un malísimo ejemplo para los jóvenes, y que le dan asco a los mayores y a todos los de edades heterogéneos con sentido de la educación y del respeto.
Este acto de apoyo masivo e incalificable, reputa a los aficionados de cierto club de futbol, y ensucian su historia así como a los muchos madridistas que no están de acuerdo con la conducta despreciativa y plena de despotismo, engreimiento, fachendoso, vanidad, jactancia, endiosamiento, pedantería, y cuántos calificativos incalificables le deseemos añadir a semejante personajillo de tres al cuarto.
Con el dinero que gana el comediante en cuestión, y el que le costó para traerlo al señor Florentino, y que paga sin mesura todos sus caprichos y lo protege, le hace convertirse en cómplice de su falta de educación. Don Santiago Bernabéu que en paz descanse, no lo hubiese traído, y caso de hacerlo, ya lo hubiese arrojado a la calle, con perdón para los viandantes.
Pero, para realizar esto, hay que ser un SEÑOR, así en mayúsculas, y en este caso, el Real Madrid, se va dejando por el camino el respeto y la admiración ganados durante casi un siglo.
Que reflexionen los madridistas con sentido de la vergüenza, y que corran a guarrazos a este fulano, vecino nuestro geográficamente hablando. Amén.
José Pardo Ferrer.
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