Para un servidor, todos los entes como define el DRAE en una de sus acepciones, y que dice: "Lo que es, existe o puede existir" me resultan bastante incomprensibles. Este ente o Bolsa, están arrastrando a España a una ruina absoluta, y nadie informa a los españoles, al pueblo, tienen miedo pero peor será que lo averigüemos al descuido.
Ni siquiera Zapatero ha abandonado Madrid para descansar en el Coto Nacional de Doñana, tal es el grado de gravedad que pende sobre nuestras cabezas cual espada de Damocles.
El Ibex 35, ese otro ente desconocido, ha tocado fondo alcanzando la cifra más baja en los últimos años: los 9.114,90 puntos. Sin embargo, lo peor es la desconfianza ante el riesgo alcanzado por España junto con Italia, aunque esta última al final nos ha superado por poco. Esa desconfianza es la que nos hace pagar unos intereses, por nuestra elevadísima deuda, prácticamente usureros e insostenibles.
Esto, queridos y escasos lectores míos, simplemente quiere decir, que España e Italia están a punto de tener que ser rescatadas, en el supuesto de que se pueda realizar, algo de lo que dudan mucho en Alemania y Francia y que les pone de los nervios, tanto que podría significar el final de la zona euro y de la Unión Europea.
¿Y, qué significaría esto? Rebobinemos las imagines de Grecia, y grabémoslas en nuestras retinas, aunque éstas no sean las más adecuadas para saltar la hoguera de vanidades pasadas, y de dispendios de locura, junto con faraónicas e insostenibles administraciones miles.
Pero, por otro lado, el mundo político no escarmienta y siguen alargando más el brazo que la manga, como ejemplo, la poco ejemplarizante dación al señor Paco Camps por parte del Consell de un asesor o asesora, coche y chófer. Señor Fabra, malamente comienza su angosta y empinada andadura política económica.
Bien, es lo que hay, nada halagüeño nuestro panorama, esperemos que acampe un poco, o preparémonos para sufrir mucho, aunque sin una debacle como la que hoy nos anuncian todos los gurús económicos, igualmente las medidas restrictivas que nos esperan van a ser muy duras de asimilar y de convivir con éstas.
José Pardo Ferrer.
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