Como ciencia exacta, tan solo existe la Matemática. Aunque a partir de ésta, y tras comprobar repetidas y armónicas evoluciones partiendo de supuestos, puede existir alguna más, y de hecho así es. De ahí, que los números sean tan severos y bastardos, nunca mienten y se mantienen a la vista sin que nadie pueda rebatirlos tras haber sido transcritos o calcados exactamente.
Y esto precisamente es lo que pone a cada autonomía en su sitio, y a quienes la gobiernan, los números, éstos que si no se abrochan no engañan. Y leo en cierto diario valenciano, en una de sus páginas dedicadas a economía una lista de crecimiento en su PIB durante 2010 por comunidades en tasas reales, y el resultado para nuestra amada tierra valenciana no puede ser peor.
Ocupamos el cuarto puesto por la cola, y en ésta, estamos los de crecimiento negativo. Por delante aparecen incluso Ceuta y Melilla. Por detrás, Canarias, Castilla la Mancha y Andalucía. Pintan bastos para nuestros políticos a pesar de la mayoría absoluta desde la que no han sabido gobernar adecuadamente, aunque sí despilfarrar.
Pero, cierto monje anglosajón en un día ya lejano, dijo: "La voz del Pueblo es la voz de Dios", y así debemos acatarlo y, a sus consecuencias atenernos; aunque la misma frase, no le sirva a Rubalcaba con los indignados del 15M –y a los que a varios miles convierte en 200.
José Pardo Ferrer.
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