José Ciscar, hoy es vicepresidente y portavoz del Consell. Sobre el día veintitantos de diciembre del pasado 2011, era Conseller de Educación. Sostuvo una larga y tensa reunión con las tres federaciones de la CV de Centros Concertados, en presencia de algún sindicato. Y, se llegó a un acuerdo: pagar antes del 31 de diciembre una parte de la deuda y alcanzar un calendario de pagos para no sufrir más retrasos de cinco meses.
Hoy, es domingo día 8 de enero –día de mi 46 aniversario de bodas– y usted no ha pagado, ni antes del 31 de diciembre, ni en los 8 días del presente mes de enero del 2012.
Hoy, le he contemplado el careto por primera vez, en una larga entrevista que le realiza el Levante El Mercantil Valenciano. Y, bla, bla y más bla, bla..., pero no ha realizado ninguna mención a cumplir con su palabra con dichos centros y con la subvención de todas las Escuelas Infantiles de la CV.
En pocas palabras, amigo Ciscar, usted ha mentido como un bellaco –como tantos otros del PP en la CV– y todo su discurso se basa en palabrería plena de buenas intenciones.
Sabido es que el infierno –éste en el que no creo– está lleno de promesas incumplidas.
Sin embargo, a un servidor suyo, le preocupan mucho más los políticos mendaces, o dicho en castellano, aquellos que engañan y mienten sin recato como usted mismo, ya que, cómo debe de saber, cada Escuela Infantil en su primer ciclo subvencionado, y adelantado el dinero a los padres por el empresario crédulo y ahora medio asfixiado. Ha sido engañado vilmente por usted.
Con sus tres técnicos superiores en educación infantil, la maestra correspondiente, la cocinera, las psicólogas, el pediatra, la oficial administrativa, el mantenedor de extraescolares, mientras los más chicos duermen o descansan, el técnico del mantenimiento informático, etcétera..., aún no han cobrado el mes de diciembre.
Y, todo esto, se debe a su falta de palabra. Mal está, que ya hoy, una mujer falte a su palabra, pero en un hombre es lo peor visto en él, por muchos cargos importantes que posea, así cómo, un gran cúmulo de distinciones académicas.
Mi padre que en paz descanse, un buen labriego, nunca se cansó de decirme:
"Pepito, un home sense paraula no val un cigarret". Palabras de un labriego a su retoño. Claro está que, mi señor padre nombró a los hombres, pero, no a los políticos, y por ahí se escapa usted señor Ciscar, seguramente mi pobre padre no lo hubiese incluido a usted entre los hombres.
Si las diferentes administraciones que ahora dependen de usted, no ven prioritario pagar sus adeudos a PYMES, la destrucción de trabajo en nuestra ya CV líder en paro, superará el 30 % y entrará en la meta del 2013 destacada de todas las demás comunidades, y en cabeza.
¿Señor Ciscar, usted ha cobrado la paga navideña y el mes de diciembre? Sí así fuera o fuese, usted no se merece ningún respeto por parte de ninguno de sus deudores.
Le aconsejo, que se dé un paseo matutino por los casinos de las diferentes huertas valencianas, en horas del almuerzo, y si lo reconocen lo correrán a gorrazos por embustero, fulero, mendaz, mentiroso, mal queda, persona de poco fiar, etcétera.
Así, se escribe la historia de cada hombre, y la suya: corta pero, ya muy negativa. Usted, ha emprendido el camino más angosto y pedregoso en plena canícula, y acompañado por un excelente y noble asno cargado con alforjas vacías recorriendo los pueblecitos al grito de: honra en perol, qui me la compra?
José Pardo Ferrer.
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