¡Cómo si fuésemos niños chicos! Cuéntenos algo bueno de la Comunidad Valenciana y de sus políticos. Aunque sea mentira. El mercado de la tila se dispara y se agotan sus existencias en nuestro territorio valenciano ¡verdad! Ha solicitado María José Catalá, a las federaciones de los centros concertados de la CV, tranquilidad, mucha tranquilidad y sobre todo mucha tila.
Tranquilo, según el DRAE, mi querida Consellera de Cultura de nuevo CUÑO, María José Catalá es lo dicho de una persona: que se toma las cosa sin nervios ni agobios, y que –NO SE PREOCUPA POR QUEDAR BIEN O MAL– ante la opinión de los demás. ¡Igualito que el señor Ciscar hasta ayer y, desde hoy usted!
Así es usted, una persona que demanda tranquilidad por ser una desahogada y descarada sin conciencia de la realidad ajena, y que El PPCV genera gente como usted, Vela, Paco Camps, Rita, Rus, Blasco, Cotino, Gerardo Camps, Crespo, el Fabra de Castellón: el de las gafitas oscuras, y en general, una mayoría aplastante de todos los que intervienen en la política de la CV. ¡Mal ejemplo!
La mayor expresión, de a dónde lleva a 450 centros concertados y subvencionados –en peligro de quiebra– generada por gente como usted: Es que, ante una situación caótica, y que puede revertir en una pérdida de varios miles de puestos de trabajo, usted receta que se tome mucha tila, y que no se pierda la tranquilidad. Lo demás puro paripé.
Usted, María José Catalá, no es buena gente. Y, no lo es, por ser una política experta en cierre de empresas a través de generar quiebras, por no pagarles. ¡Vamos, una experta del fraude! pero, a través de la política. Claro, cómo quiera que ustedes no lleven libros de contabilidad, todo es legal, y todo vale.
Pero, el señor Ciscar, más quemado que un muñeco de falla, y un embustero, ya que el 31 de diciembre ya pasó, y no se cobró, a él lo han ascendido por dar la cara y mentir, y a partir de ayer seguir realizándolo.
Y ahora, ha sido elegida usted de un modo alborozado, con aumento de salarios, prebendas oscurantistas, y no se sabe cuánto más, a cambio de que realice el paripé solicitando tranquilidad y recetando tila a capazos.
Más tarde, una vez demostrada su capacidad de embuste, y cuando esté igualmente quemada cual muñeco de falla en nuestras próximas fiestas josefinas, la ascenderán a otro cargo, y en el cual, deberá seguir mintiendo y destruyendo puestos de trabajo.
Siga así, estimada María José Catalá y alcanzará grandes logros personales y profesionales en el seno del PP de la CV. Se lo augura un servidor suyo.
Los políticos de nuestra amada tierra valenciana, se han convertido en unos raqueros. Arramblan hasta con los despojos, ¿y por qué no? hasta con las heces fecales. No sé si reír o llorar, viendo como El Faba Monta y Calla ¡Oh, qué horror! disculpe señor Fabra, mantiene cómo alcalde de Manises a Crespo, y cómo Alfonso Rus, igualmente lo sostiene como diputado y juega con él a la tarara como dos adolescentes.
Habrá que instalar una depuradora –pero, no a imagen y semejanza de la de Pinedo– que sea capaz de regenerar a nuestra clase política, suponiendo que un árbol sin tutor tras dieciséis años, pueda ser enderezado.
Muchos centros concertados y subvencionados, ya han caído, el chorreo del paro al amparo hoy por hoy de María José Catalá, es infinitesimal –y los muy truhanes desean potenciar a las PYMES y crear puestos de trabajo– extraño modo de proceder.
Lo mejor, es que se está potenciando la manufacturación de la tila. Tranquilidad, posean mucha tranquilidad, pero... cierren, no va de treinta o cuarenta mil parados más o menos, dice la buena de Mariajo Catalá: tila es lo que deben de tomar en dosis al libre albedrío de cada cual. ¡Qué, así sea!
Mañana, les hablaré de los libreros y editoriales dependientes de María José Catalá.
José Pardo Ferrer.
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