Economía Keynesiana, ¿o apretarse el cinturón y no consumir más allá de lo imprescindible? Realmente cuando se reducen los salarios, sube el paro y se congelan las pensiones, el consumo baja, no se hace necesario que nos digan que hay que apretarse el cinturón.
El caso de España, es con mucho el más complicado de la UE. Su enorme infraestructura política administrativa, creada sin conciencia, en años de bonanza es una carga que nos sume cada día más en el fondo de las simas atlánticas. Y esta, nos tiene cogidos por los testículos, deshacer ese gran entramado de sueldos estrafalarios de toda la maquinaria política y llevar al paro a medio millón de políticos o asesores y quizás ambos casos. No resulta fácil, pero se hace necesario.
Igualmente para reducir el gasto público, a los sindicatos no se les puede pagar ni un céntimo. ¡Qué vivan de sus afiliados! Esos 180 millones de euros que les otorgó Zapatero el pasado año, en plena crisis, deberían de portar al todavía presidente de España al banquillo de los acusados.
Por otro lado, los salarios de todos los políticos se deben de ver mermados. Eliminar las dietas y los gastos suntuarios. El alcalde de un pueblo de doce mil habitantes, pongo por caso, no puede ganar 3.000 euros mensuales.
Las ostentosas jubilaciones de los políticos a los siete u ocho años de haber ocupado un cargo, ante la obligación de un trabajador de la obra o en una oficina, ¡qué más da! de la necesidad de cotizar 38 años para alcanzar una mísera pensión es insultante para el pueblo.
La clase política, a través del nuevo presidente, debe de realizar un esfuerzo y dar ejemplo al pueblo. Caso contrario, España arderá por los cuatro costados y seremos una Grecia más. Y entonces, ni los hombres y mujeres de cuarenta años, alcanzarán a ver el resurgir de España.
Nuestro país, está muy enfermo en términos económicos, mucho peor de lo que se nos anuncia. Y, no acabo de entender, el prolongado silencio de Rajoy. Este, debe expresarse ya, y salir de su cómodo escondite, caso contrario solo nos espera creer que está acongojado.
Las lágrimas, al anunciar los recortes en Italia por parte de Elsa Fornero, ministra de Trabajo lo expresa todo. Y, esto o algo peor es lo que nos alcanzará a no tardar, salvo que Rajoy, en plan cobarde espere hasta después de los Reyes Magos.
José Pardo Ferrer.
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