¡Ay madre mía, qué alegría tan grande verte de nuevo! Y lo lozana que te mantienes. Me encanta tenerte conmigo, y espero que esta vez ya sea para siempre.
Suerte que los mayores, siempre te hemos tenido en nuestra mentes. Par mí, volver a hablar de veinte mil duros, de cincuenta duros o de quince mil duros resultará tan sencillo como nombrarte a ti en función de cien mil pesetas, de doscientas cincuenta pesetas o setenta y cinco mil pesetas. Además, tú no te enfadas por sustituirte por el múltiplo de cinco pesetas, el duro.
¿Y, cómo te ha ido por ahí por los recónditos escondites? Te noto pálida y poco manoseada. Ahora seguramente, ya el billete de los dos mil duros, o las diez mil pesetas ya no nos marque el techo de tu poder. Seguramente, los saquen de veinte mil duros o sea, de cien mil pesetas o mucho más e igual podría ser qué, dadas las circunstancias de tu largo periplo por subrepticios retiros, salgas un tanto disminuida de valor adquisitivo, aunque eso al pueblo español no le vendrá de nuevas. El pueblo ya no se puede sorprender ni ser más engañado.
La casa de apuestas William Hill, paga 1'50 euros a los que apuesten a favor de que España no salga de la Zona euro y vuelva a la peseta durante el 2012. Por el contrario, paga 3'50 euros a quienes apuesten a favor de que España se quede con la moneda del euro. ¡Prueben suerte, señoras y caballeros...!
Siguiendo con lo que escriben los estudiosos economistas de todo el mundo, éstos auguran que la vuelta a la añorada peseta, en un principio será una losa mortuoria pero que, a la larga –para los menores de 60 años– dentro de unos tres lustros les podría resultar altamente beneficiosa para los bancos.
La peseta, saldrá al mercado altamente devaluada, se habla del 40 % es decir, que quizás mañana o al despertar de un día delicioso leamos que ya podemos cambiar los euros por pesetas. Éste, será un día trágico para el pueblo español, su poder adquisitivo volverá a ser menoscabado como el maldito día en el que entramos en el euro.
La diferencia con aquel día, es que había sido anunciado a bombo y platillos enumerándonos todos los pormenores con anterioridad en el tiempo. Pero ahora y esta vez, se realizará al descuido y con el máximo secretismo. Los políticos, callarán y negarán más de tres veces hasta el alba y escuchar el canto del gallo. Así de bellacos lo son todos ellos.
El ocultismo profundo y disimulado, les dará tiempo a estos que posean euros, para rescatarlos antes del advenimiento de la peseta. No habrá profetas, timbales o trompetas anunciadores de la apocalíptica noticia. El silencio más oculto y la negación serán la verdad más amarga.
Pero con anterioridad, no sé cuándo ni cómo, las purgas en forma de recortes ya han comenzado en Castilla La Mancha, a través de María Dolores de Cospedal "La bien pagá" por orden explicita de su "pluma roja" Mariano Rajoy. Y esta ordenanza, se ha realizado extensiva a todas las autonomías.
Y, un servidor se pregunta: ¿Qué excusa pueden poner aquí en Valencia, mi querida Rita y el recién llegado Fabra? Seguramente, volverán a utilizar la demagogia sobre el dinero que les daba de menos el Gobierno de España anterior y el actual. Por lo tanto, se acabaron las plañideras de antaño, para volver a las lágrimas de dolor de hogaño.
Y, aquí en mi tierra, escucharemos de nuevo la canción franquista:
"Volverán banderas victoriosas
al paso alegre de la paz
y traerán prendidas cinco rosas
las flechas de mi haz".
Sin embargo, y ahora:
"lo que volverán son las pesetas
al paso fúnebre de su poco poder adquisitivo
y vendrán con los mismos capullos políticos
con la ruina del pueblo y el hambre en la faz".
Triste epitafio en vísperas de ensoñaciones para niños y mayores. Lo siento.
José Pardo Ferrer.
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