viernes, 16 de diciembre de 2011

¡AY, CON VERDEGUER!



Al Conseller de Economía de la CV, ya le trato como más íntimo, ¿no sé cómo explicarme? Diría yo, que dada la desvergüenza por la que está adornado y demostrado que es un moroso pertinaz y porfiado en el arte de no pagar, le poseo menos respeto y más desprecio.
Ayer, me llamó una sobrina:
Buenos días tío.
¡Hola, cariño, cómo estás!
Necesitaba tu ayuda, estoy en una farmacia a recoger unos medicamentos para los niños y no me los dan si no pago su importe íntegro 140 euros, y no los tengo.
No te preocupes cariño, hasta ahí llega tu tío, y el tío Enrique Verdeguer también.
¿Y, quién es el tío Verdeguer?
¡Ay, si tu tío te contara sobre este individuo, te podría sorprender!
En un cuarto de hora estoy ahí con "los 140 euros".
Gracias tío, hasta ahora...
Deseo desde aquí, exonerar e indultar de toda culpa a la farmacia de marras y a todas las otras que actúan desde ser tan solo una botica de
medicinas. Éstas pagan y no cobran del tío Enrique, ¿Qué hacer? Sencillamente lo que están realizando.
El tío Enrique, posee muchas titulaciones en economía, pero ningún máster en inversión económica propia en un negociete suyo y dependiente de la GV. Así pues, no posee ni repajolera idea de lo que es el sufrimiento de tener que pagar, y él no cobrar.
Por cierto, no sé a qué espera Marianito para deleitarnos con las nuevas muy malas. Ahora bien, fíjese don Mariano con lo que le dice un servidor. Si los recortes no les alcanzan a los sueldos de los políticos a su número y a entidades fantasmas o inservibles, así como a los asesores, España se le convertirá en una bomba de relojería.
Le explico un caso de dos individuos que se eternizarán en el mundo de la política valenciana, al más puro estilo franquista, Blasco y Cotino. ¿Qué hacen? Simplemente los vienen cambiando de habitáculo durante años hasta que los lleven en sillitas de ruedas y con babero debajo del cuello anudado detrás.
Como ésos, los hay muchos más. Aunque no deseo irme por los Cerros de Úbeda. El tío Enrique, debe saber que cualquier día, acudirá gente a un hospital valenciano y concertado, pero éste estará sin un sólo medicamento.
¡Claro, mi querido tío Enrique! ¿De qué vale qué esté concertado o no si usted no le paga a nadie? ¿Y, qué piensa qué va a ocurrir con todos los colegios concertados de diferentes etapas? Todos cerrados y los alumnos por las calles. ¿Y, con los más pequeñines y sus subvenciones? Pues lo mismo que a mi sobrina.
Los padres, o pagan la subvención o el concierto, o se acabaron los servicios gratuitos y por la geta. Al decir geta, me refiero a la suya. ¿Cobrarán ustedes a final de este mes, y la paga correspondiente? Pues sepa mi estimado tío Enrique, que en muchas empresas dependientes de la GV los trabajadores, gente honesta dónde los haya, no percibirán ni una cosa ni la otra. ¿Le parece justo y equitativo? ¿Oh, más bien considera que se trata de un agravio comparativo?
¡No sé, pero me da que mis sermones le entran por un oído y le salen por el otro!
En cualquier caso, a usted, al señor Vela, a la alcaldesa, a Fabra y a tantos otros... no duden ninguno, de estar en la mente estas navidades de muchos trabajadores y empresarios arruinados. ¿Lo qué no sé es cómo y por qué?
¡Qué cosas pasan en mi tierra valenciana!
José Pardo Ferrer.

1 comentario:

  1. Que la ignorancia es atrevida es algo por lo general aceptado pero que además sea malintencionada es literalmente inadmisible. Me he topado casualmente con este comentario (veo que lo escribió hace exactamente un año) y me ha causado repugnancia y estupor. En primer lugar por erróneo, falso y tendencioso y en segundo, por deleznable. Mire, al señor Verdeguer no podía usted acusarle de no pagar a las farmacias sencillamente porque no era su competencia. Supongo que en este último año habrá averiguado que es la Conselleria de Hacienda la que ejerce esa potestad, no la de Economía. Resulta demasiado gratuito insultar y manchar la imagen de los gestores de políticas públicas como el señor Verdeguer pero, fíjese usted, se ha topado con alguien que lo ha conocido bien y que ha tenido el honor de trabajar para él y siento la necesidad de contrarrestar semejantes exabruptos. Porque del señor Enrique Verdeguer le diré que es de los mejores consellers que ha tenido el gobierno valenciano. Pero no sólo por su capacitación profesional (demostrada ampliamente) sino, y sobre todo, por su humanidad. Los que hemos tenido la suerte de trabajar con él hemos aprendido trabajando muy duro pero con mucha ilusión y motivación. Sabe que el señor Verdeguer se comía un sandwich en el despacho casi todos los días para no interrumpir una jornada laboral maratoniana que arrancaba a las 8 y media y finalizaba a las 10 de la noche? Sabe que por supuesto se lo pagaba él? Hay miles de cosas que podría contarle sobre la persona que ha sido y es Enrique Verdeguer pero siento cierta desgana por el poco respeto que usted me merece. Espero y deseo que la próxima vez que reflexione en torno a algún personaje público lo haga con rigor y seriedad. Es lamentable leer estas cosas en la red.

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