Efectivamente, hoy ha comenzado una seria reflexión para las clases políticas. Ya no son, algún ciento los indignados acampados de modo precario en plazas públicas. Hoy, más de doscientas mil personas se han manifestado en contra de una democracia decadente, putrefacta, corrupta y embustera.
En cierta ocasión un sociólogo chileno dijo: “No se puede engañar eternamente a un pueblo”, y hoy ha comenzado un movimiento ciertamente masivo, aunque no comparable con lo que se avecina, en contra de un SISTEMA POLÍTICO EUROPEO, durante unas horas, todos hemos sido pueblo y todos nos sentimos engañados, aunque por fortuna no eternamente.
Las diferentes manifestaciones en España, han estado rodeadas de civismo y de una masa social heterogénea. Familias al completo, parados, amas de casa a las que nunca les llega para alcanzar la mitad del mes, y en el medio, policías camuflados pero identificados por los cabecillas del M15.
Ahora, se prepara una avalancha de marchas desde todos los puntos de España, que convergerán todas en Madrid a mediados de julio. Aquello que un servidor, decía hasta la saciedad no entender, se ha puesto en movimiento. Pero, mucho mejor que lo que yo imaginaba, no sólo ha sido la juventud, a ésta se les han unido todos los indignados de España, y que salvo los privilegiados de siempre, lo somos todo el pueblo.
Mañana, pasado, el otro y mucho más, los políticos van a tener mucho en lo que pensar y reflexionar. Ya no les vale, aplicar la receta del chocolate del loro, deberán tomar medidas serias de auténtica austeridad o marcharse. Si lo realizasen todos, mucho mejor, y cuántas más lejos menores posibilidades de que volviesen.
Las arcas del Gobierno están vacías, y se han evaporado las reservas del pueblo, dedicando éstas a los más golfos, a los bancos y sobre todo, a las Cajas de Ahorro, a éstas que hace muchos lustros abandonaron “los montes y la piedad”.
Capricho
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