viernes, 17 de junio de 2011

¡DE MOMENTO!

¡DE MOMENTO!
Hace ya varios días, me parece recordar que fue en el primer comentario que escribí sobre el 15M, decía que representaban a un grupo que reivindicaba lo mismo que el resto de la sociedad de un modo pacífico, de momento, añadía por mi cuenta. Y, ese momento ha pasado.
Todos los entendidos en política, hablan de que el 15M está acabado, de que, han sobrepasado la línea roja, e indudablemente todos censuran su violencia, aunque algunos más que otros y terceros o disímiles lo realizan en voz baja. Para mí, la violencia siempre es censurable, pero… ¡Ay con las dudas titubeantes!
A los políticos, se les hace necesario pisar la calle y visitar la miseria que se ha cebado con España. Por otra parte, toda la prensa española escrita, tanto los que lo realizan como si fuesen de derechas, moderados o de izquierdas coincide en el momento tan peligroso socio económico por el que atraviesa España. Ninguna nos regala un una alegría. Aunque fuese mentira. Algo al que agarrarse con cierta esperanza.
Son los abucheados e intimidados últimamente, en realidad ningún agredido, los mismos que no pierden ni un ápice su elevado estatus, y los responsables de la ruina de España. Cataluña, con sus aires de superioridad independentista fomentada por todos los partidos políticos – así pues, señor Mas, no se rasgue las vestiduras– y apele a la fuerza. ¿Es el fin del 15M, o tan solo el principio? Me pregunto desde mi inocencia ancestral.
Hace ciertos meses, hablando con un Policía Nacional, le pregunté lo siguiente:
¿Si, mañana rodeasen la Moncloa un millón de personas, podríais la Policía Nacional desalojarlos sin matar a nadie?
¡Imposible!, fue su tajante respuesta. No somos suficientes, acabó  aclarando mi pregunta.
Artur Mas, ya ha hablado de incrementar el número de los Mozos de Cuadra, perdón por el lapsus, quise decir los Mossos d’Escuadra. Sin embargo, el señor Mas, los catalanes y todos los españoles incluyendo a los oportunistas políticos, debieran tener claro que, el Ministro del Interior, no posee ningún poder sobre la Policía Autonómica Catalana. Ellos se lo guisan y los mismos se lo comen, marrones incluidos.
Por mi parte, viendo varias veces el vídeo de las dos cargas en Cataluña, y al igual que en Valencia, observo un ataque visceral –el cual siempre encierra miedo o un exceso de in continencia violenta– muy desproporcionado con las tres manifestaciones habidas, de momento.
José Pardo Ferrer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario