LAS MENDACIDADES DE MARIANO RAJOY.
Un servidor de todos ustedes, pensó hace varios meses que, en falsedades por parte de un presidente ya las había oído todas con Zapatero, un incompetente de infausto recuerdo éste. Pero, no fue así, hoy nos alcanza un presidente para España, votado por mayoría absoluta en las urnas por unos españoles desesperados, y que, se han encontrado en que lo anterior en cuanto a embustes y fullerías se podía mejorar. ¡Y a fe, de qué así ha sido! Todo aquello, que en campaña electoral prometió mi amigo Marianito “El meapilas” respetar, se lo ha pasado por la faja como si de dos leños de toro fuesen. Sencillamente, le ha mentido a su electorado, y a los que no confiábamos en él. Ahora en mi amada tierra valenciana, una de las más laboriosas de España, servirá de señuelo para comenzar a aplicar el copago de los medicamentos y de otras cosas dentro de la sanidad pública o concertada. Aunque debo de reconocer, que en algunos países de la UE, esto y más ya se están llevando a efecto. Sin embargo, no deseo ser licencioso conmigo mismo. Entiendo, que ante las repetidas llamadas de Zapatero a todos los europeos, para que viniesen a España a efectuarse cuantiosas operaciones que allí, en sus países de origen no les cubría su sanidad, es lógico que ahora nos toquen las duras. Zapatero, poseyó la enorme virtud de dar y regalar todo aquello que no poseíamos, convirtiendo a España en el Edén de todos los extranjeros, fuesen de la UE o de otros lejanos lares de al ultramar. Sin embargo, todo esto, no es óbice para que Marianito haya mentido, mienta y lo seguirá realizando hasta quedarse sin aliento. Su profesión y devoción está instalada en las mendacidades y farsas, y ahí se mueve como pez en el agua o como gorrino en un charco. Mi admirado paisano y gran escritor, don Vicente Blasco Ibáñez, algo anticlerical él, decía en una de sus obras, no recuerdo muy bien en cuál, pero debió de ser en La Catedral que, a la Iglesia le interesaba que hubiera muchísimos pobres, ya que diez millones de ellos siempre se esforzarían para donar unas monedas, lo que se convertiría en una cifra millonaria en pesetas. Pero, claro, por otra parte, caminaban los mil ricachones que por mucho que donasen, serían unas veinticinco pesetas lo que equivalía a una recaudación de tan solo veinticinco mil pesetas. Lo mismo está realizando este Gobierno, con todas las recaudaciones poco alarmantes, caso de no ser ya demasiadas, recaen todas sobre los más pobres. Pero, los muy villanos argumentan que sólo son ocho euros el copago, para las rentas por debajo de los 22.000 euros anuales, y que… casualmente resultan ser la mayoría. ¡Qué cosas! Usted, mi buen amigo don Mariano, siga por este camino y si no consigue incrementar las rentas de la Iglesia y más en concreto la del Opus Dei, lo expulsarán de ambas instalaciones para que arda eternamente en los fogones del infierno. Usted, no se entera de que destruyendo cotidianamente miles de puestos de trabajo, llevará por tercera vez a España a la quiebra. Raro honor para vuesa merced. Las otras dos, las llevó a cabo Felipe II, aunque en aquellas ocasiones tan solo atañían a Castilla y Aragón debido a que existían otros reinos, condado y principado.
José Pardo Ferrer.
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