Así me parece a mí entender, a través de las distintas noticias que recibo. Al margen de los recortes económicos, el PP con mando en plaza, ¿de Mariano Rajoy?, se vuelve más franquista que nunca.
Todo el partido, rezuma y huele a rancio y castrense al margen de más monárquico que nunca. ¿Y, qué decir de esta Monarquía? No nos hemos quitado de encima a los Borbones tras la Guerra de Sucesión, y con el infausto recuerdo de Felipe V en el año 1700, aquel nieto de Luis XIV, también conocido por el Rey Sol.
Tan solo nos libramos de ellos durante los ocho años de la II República Española y con anterioridad durante la dominación francesa, y aún con ésta nos colaron a José I. Sin embargo, las nuevas órdenes impartidas desde el Gobierno en cuanto a las reuniones masivas o tomar la calle, un espacio que pertenece al pueblo, se van a endurecer febrilmente.
La libertad de expresión, más o menos de esta que yo gozo, se me puede acabar y mis pensamientos quedarse dormidos en mi mente. Esto, o no sé qué me puede alcanzar a mi avanzada edad. Igual, me coge la policía o la Benemérita y me calientan a su gusto y con plena libertad por estar desposados con la justicia.
No me gusta el camino que ha tomado España, y todo bajo el discurso equívoco dirigido al pueblo, sobre las cuentas heredadas. Pero, no dice nada la señora Sáenz de Santamaría, y mucho menos el abad Marianito, del desmadre y hurtos masivos cometidos por sus barones en tierras gobernadas por el PP.
Lo último que me quedaba por ver u oír, ha sido que mantenga, como oponente a la izquierda andaluza, al perdedor empedernido Arenas. En el PP, lo más rancio realiza un mejor caldo para gobernar como una extrema derecha más moderna y sin paseíllos, de momento...
Un país, en el que existen varios juegos de loterías cotidianamente, es un país tercermundista. Empezaron, por poner un casino en Valencia capital, para que la tentación sea mucho más cercana e íntima, y ahora desean poner unas mini Las Vegas en Madrid.
Demasiada puerca, me parece la idea para que sea cierto. Pero, lo es, y todo menos adelgazar el gasto público, con eso que no podremos salir adelante jamás.
Sin embargo, desde mi máximo desconsuelo, veo como nos acorralan gente indeseable, por mor de una mayoría absoluta, que respeto, por el cambio como eslogan.
Desean silenciar al pueblo soberano, aunque no creo que lo consigan. ¡Seguramente, todavía soy un nostálgico, que sigue creyendo que los pájaros maman! Algo parecido, a todos aquellos que pesábamos que Franco duraría no más allá, primero de los tres o cuatro años, y más tarde de los diez.
Y mucho menos, nunca pensé que los Borbones volverían a estar presentes en España. Al igual, que nunca veríamos por territorio hispano a ningún familiar del dictador.
Ante todo esto, solo le puedo dar la razón a quien acuñó la frase de: ¡Spain is different!
¡Hablemos en voz baja, como durante la Dictadura de Franco, no nos vayan a joder!
José Pardo Ferrer.
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