jueves, 14 de julio de 2011

ZAPATERO ANTE LA CRISIS


Zapatero, es un hombre enfermizo. Realmente es un psicópata de la mendacidad irrevocable, e instalado de un modo permanente en ella. Quizás tan solo mienta, de un modo inconsciente debido a su demostrada inutilidad para gobernar, y reconocer sus propios errores. En general, el psicópata es una persona que siempre se siente superior a todos, y que jamás reconoce su inferioridad, y para ello recurre a buscar culpables. Ayer, se quejaba de Ángela Merkel, ante el miedo que se apoderó de los mercados acerca de España e Italia.
Huye de la realidad, y cual Quijote ido, todo lo ve del color de rosa y no siente ningún rubor para mentirle al pueblo. Para ello, basta revisar las hemerotecas. En cualquier país auténticamente democrático, el pueblo le hubiese hecho dimitir más de diez veces. Sin embargo, él vive muy alejado de sus embustes sin reparar en ellos. Cito el antepenúltimo: "China, me ha comprado 9.000 millones de euros en deuda pública". Pura mendacidad y ridículo ante todo el mundo.
Y dentro de sus casi ocho años de gobierno, ha existido un triángulo férreo, conformado por José Blanco, Alfredo Rubalcaba y él mismo. Este grupo de tres que es plural, conforman la columna vertebral del PSOE. Fieles y peligrosos como víboras en la cama, de éstos, el mayor peligro lo ostenta Alfredo.
Por mi cuenta, deseo arriesgarme a equivocarme, al escribir hoy que no habrá elecciones anticipadas. Alfredo Pérez, necesita tiempo para reunir a su equipo, y esperar que la agónica inactividad del PP, y su falta de programa les sepulte por sí mismos. Se lo tendrían merecido.
De todo esto, los más perjudicados seremos el pueblo. La quiebra de la zona euro, no es una quimérica posibilidad, o al menos la salida de varios países –entre ellos el nuestro– de dicho mercado de de esa fatídica y malnacida moneda que tanto ha arruinado a españoles de a pie, los cuales somos bastantes más de cuarenta millones.
La única viabilidad de España, como si fuese una empresa, la vislumbro con una unión y acuerdo entre el PP y el PSOE para gobernar cuatro años seguidos y alternativos cada uno, pero, con un Gobierno, en el que se incluyan al menos tres o cuatro cargos importantes de cada partido.
Con una mayoría absoluta y permanente, cambiar el sistema de votaciones, para convertirlas en listas abiertas acabando con todos los partidos nacionalistas y minoritarios de otra índole, sería asestar un golpe muy favorable a nuestra situación económica. Y, por supuesto, eliminar las diecisiete autonomías, dejándolas a título circunspecto.
Limpiar la Democracia, hermosa palabra y excelente forma de gobierno, de corruptelas, y caso de aflorar alguna, ser castigada con la máxima severidad que permita nuestro sistema jurídico.
De lo contrario, estamos abocados a una quiebra más inminente de lo que muchos creen. En realidad la quiebra a todos los niveles gubernativos y bancarios existe. España está tan endeudada y a unos intereses tan elevados que salir de dicha situación, se está revirtiendo en una desaceleración económica.
El pueblo, no posee un euro. Hay más dependientes/as que clientes, camines por dónde lo realices. Grandes Galerías comerciales de prestigio, están desoladamente vacías, y al alcanzar el 15 de cada mes, ese meridiano que marca nuestra soldada mensual, la desolación se convierte en desaliento.
Esta desaceleración actual, que mide los medios económicos de los españoles, y que les hace visualizar el negro túnel del futuro, es la que nos abocará a una irreparable depresión, de la que tardaremos más de tres lustros en salir de ella.
Lo siento, desde lo más hondo de mi cansado corazón, pero es lo que, mis limitados conocimientos económicos, unidos a mi amplia experiencia en el mundo del mercado, me lleva a sacar estas horrorosas conclusiones. Con el permiso del optimismo despiadado y pertinaz de Zapatero. ¡Amén!
Capricho.

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