No creo necesario, buscar por Bruselas y en la sede de la UE al posible culpable de haber denegado el Corredor Mediterráneo. Una auténtica y necesaria infraestructura de auténtico futuro, por igual, para todos los puertos del Mediterráneo Occidental, nos dejará fuera de ésta.
Desde que España entró de pleno en democracia, y se crearon las 17 autonomías –en mala hora– la Comunidad Valenciana ha sido ninguneada, por los distintos gobiernos –cogidos todos ellos en un momento dado– por las partes púdicas que más nos duele a los hombres, y siempre por los partidos nacionalistas catalanes. Aunque, en un caso concreto, con el beneplácito del “Cartagenero Zaplana”.
La última autovía con Madrid, fue la nuestra –hablo de las importantes. El último AVE, más de lo mismo; aunque particularmente nunca haya creído en él si se eliminaba el Euromed, y que al igual que el Alaris, cumplen con los suficientes requisitos para la mayoría de los mortales.
En los últimos años, Cataluña, no podía consentir por más tiempo que nuestro puerto le superara con creces al suyo, y mucho menos que se hable más de Valencia que de Barcelona. ¡Hasta ahí podíamos llegar o alcanzar!
Han movido los hilos, y le han asegurado al PSE –supuestamente– que caso de perder las elecciones ante el PP, siempre podrán contar con su apoyo y gobernar éste. Y José Blanco, procedente de las juventudes socialistas al igual que todos sus compañeros de viaje, debe conservar sus habichuelas a salvo. No hay corredor Mediterráneo, ni tan siquiera hasta Valencia.
Cierto día en Madrid, recién nombradas las autonomías de nuestra ruina, en una reunión en cierto local madrileño de alto postín, durante el cóctel, me presentaron a una dama:
_ Encantado de conocerla señora…
_ Igualmente caballero, ¿de dónde es usted?
_ De Valencia, le dije –omitiendo mi honorable pueblo natalicio de Bétera, al no avizorarla lo suficientemente versada en geografía y otras lides, cómo para saber dónde estaba mi pueblo.
_ ¡Ay, de Valencia, el futuro “culo” de todas las autonomías de España!
_ ¿Si usted lo dice? Y, me quedé muy jodido.
Han pasado los años, y cada vez que nos relegan de más cosas importantes, no puedo evitar recordar a aquella jodida “dama” y su “culo”, ése que es el nuestro. Sin embargo, debo reconocer mi error al malamente valorar sus conocimientos. Igual conocía a mi amado pueblo, y “Les alfabegues”. Como se decía en la época de Franco: ¡Usted no sabe con quién habla! Y así ha resultado ser.
Efectivamente, poseemos mal vecino, por el Mediterráneo con navegación de cabotaje hacia Francia, pero, es algo insalvable mientras las elecciones no se realicen con listas abiertas. Mal enemigo Cataluña. Poblada por políticos raqueros.
Nos hemos quedado sin trenes buenos y económicos, y sin la línea de AVE que nos una con el resto de Europa, y efectivamente, somos el “culo” de las autonomías españolas. Acepte con retraso, mi querida dama mis más sinceras disculpas. ¡Usted sí que sabía!
Capricho.
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