PAGAR A NUESTROS ACREEDORES

Las diecisiete comunidades autónomas, se encuentran ante el vencimiento de sus dolorosas deudas a un año vista, y tienen que pagar.

Han vivido durante demasiado tiempo, alejados de la triste realidad sin sumar sus entradas en caja y las salidas, y ahora las cajas están vacías pero el Gobierno Central y su homónima Hacienda, no desean saber en qué han despilfarrado su dinero. Quienes las representan, demasiado tarde, han caído en la cuenta de que no habían hecho cuentas de cuánto gastaban ni en qué.

Para ello, la señora Salgado ha sido muy clara: "Nada de perdonar nuestras deudas, y nada de dar el pan de cada día a cambio de nada. Los atribulados y disímiles Consejeros de Hacienda de las diecisiete diminutas comunidades, imploran y lloran por los pasillos en pos de un aplazamiento.

Al Gobierno, le ocurre lo mismo, no tiene un euro en su caja. Se los ha dado todos a los bancos, en ésos en los que la gente no puede ni sentarse ni apoyarse para encontrar consuelo, y para mayor injuria, ultraje o agravio, ellos tampoco tienen un euro.

Sin embargo, por temas que los mortales no entendemos, para las entidades financieras peor gobernadas que las autonomías, habrá dinero para evitar su caída camino del calvario pero, sin cruz ni corona de espinas. Sus orondos directivos, han gastado en sí mismo millones de euros destinados a los menesterosos, y al 0% de interés, mientras los primeros pagan sus deudas con un 8% de interés avaro, y caso de no realizarlo a su debido tiempo, con un 25% de recargo añadido.

Lo malo, ha sido su mala gestión. No les paga nadie, por haber cedido el dinero ajeno a ajenos que no podían pagar la deuda. La mayoría de ellos ya caminan por sus antiguos lares allende el ultramar, sin un euro en los bolsillos aunque con dos niños más, pero, al menos son recibidos como a nuevos ricos. En realidad la gente no sabe cuánto hay en los fondillos de sus semejantes. Y mientras lo averiguan, los han agasajado a la espera de una recompensa que nunca tendrán.

Es la estafa del mundo que gira con el mismo euro de mano en mano, sin saber nadie, que en realidad solo hay uno, y que lo debemos todos, y ahora nos piden que lo paguemos. Al fin, serán los siete mil millones de euros que necesita España para salir adelante.

Entretanto, los aviones sin que haya huelga de controladores, salen con retraso hacia Uganda mientras miles de personas perecen de hambre y comidos por las moscas, pero a la UE, le interesan más los niños de nuestra Comunidad Valenciana, y les van a pedir un doctorado en Oxford para poder participar en les depertades falleres.

El problema será si los republicanos estadounidenses no se apiadan de esa anécdota de color que pernocta en la Casa Blanca.

José Pardo Ferrer.