jueves, 14 de julio de 2011

LA LECTURA

Leer es estudiar, y saber leer es poder comprender lo que se estudia. Más tarde, se añade que escribir equivale a dos veces leer. Hoy en cierto periódico, el columnista de turno me ha recordado una de las famosas, y preferidas por mí, citas de Cicerón: "Estos son malos tiempos. Los hijos han dejado de obedecer a sus padres y todo el mundo escribe libros". Y esto, lo dijo hace más de dos mil cien años. Es mi cita preferida, por aportarme, mi razón, de que la Humanidad gira en torno a ciclos, en todos los aspectos.
La primera parte de su cita me enamora, la segunda me entristece y la disección de ésta me avergüenza. Digo esto, por la sencilla razón del deseo que en el ser humano, que participa del placer de la lectura se esconde un futuro escritor frustrado.
A un servidor, no le ha ocurrido esto, y sé que hoy al igual que hace 22 siglos, hay más escritores que lectores, y entre ellos y en mi caso, de una mediocridad absoluta. Sin embargo, me aterra más escuchar a mucha gente cuando me confiesa no haber leído jamás un libro, que lo de Cicerón.
Un servidor de mis pocos lectores, conocen mi atrevimiento del que no me avergüenzo. Edité dos libros sin tan siquiera corregirlos. Y ahora, me han editado uno. Por algo se empieza a mis setenta años camino del setenta y uno. La vergüenza, la poseen todos lo que han abandonado esta vida, con el deseo nocturno antes de conciliar el sueño, de al postrer día comenzar a escribir un libro, un poema, un cuento o una alegoría sin haberlo realizado nunca.
El mayor fallo entre los estudiantes en la actualidad y en la gente en general, radica en la poca inclinación hacia la lectura. Aunque se tratase de cómics. Se habla del destierro del analfabetismo en España. No opino lo mismo. Una cosa es saber enlazar las palabras escritas, y malamente firmar y poco más, y muy distinto es no haber escrito jamás una carta o un correo electrónico sin jergas, e igualmente no leer con cierta asiduidad.
No se puede estudiar, sin conocer bien la lectura, la gramática y la literatura. Es algo parecido a saber sumar. Hoy, me encuentro con jóvenes, que en realidad a partir de los catorce años deja de saber sumar restar, multiplicar y dividir. Ya no digamos nada de saber obtener el resultado correcto de una raíz cuadrada o cúbica.
Las máquinas calculadoras entran dentro de los exámenes, ¿para qué saber sumar? se dicen. ¿Para qué leer, si está la televisión? Leer y escribir, desde mi parca omnisciencia, yo soy escritor, muy malo pero escritor al fin, y un empedernido lector desde edad muy temprana.
Que me disculpe Cicerón, al que leo y admiro al igual que a sus antecesores los griegos. Pero, si hay muchos escritores existen como mínimo el mismo número de lectores. ¡Qué, así siga siendo!
Capricho. 

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