domingo, 25 de marzo de 2012

PRIMER DOMINGO SIN REDI.

 Hoy, hemos comido en familia en la terraza andaluza. El día era primaveral e invitaba a que así fuese. Estos días eran los de mayor gozo para REDI. Su rabo, golpeaba las baldosas de forma acompasada en son de alegría incontenida. Nunca molestaba. Sabía que al fin, su ama había puesto una taza más de arroz para ella. Mi nieta, una criatura muy sensible, me ha comunicado que notaba a faltar su presencia. Y, así ha sido. Ahora, avanzada la noche y habiendo dormido hoy menos, me pongo a escribir a su vez que vigilo el resultado de las elecciones andaluzas y asturianas. De ambas, he notado la falta de asistencia de la gente a las urnas con el fin de ejercer su derecho al voto, aunque éste se realice en blanco. Pero, la gente está muy desanimada. Una participación menor al 48 %, demuestra la repulsa del pueblo hacia todos los políticos y su desencanto. Acabo de leer, el escándalo en el Reino Unido, y es que el dinero y el afán de amontonarlo no poseen límite. Y cuando se combinan por alcanzar el poder político, las componendas son iguales en todo el mundo. Riqueza y poder, caminan asidos de la mano, para colocar al caballo ganador que mayores beneficios les auguren. Así ha venido siendo, e igualmente lo continuará preexistiendo. Ahora, y con más del 99 % de los votos escrutados en Andalucía, el PP gana pero pierde. Sus cincuenta escaños, no le sirven para gobernar solo, salvo que la negociación PSOE con IU se tuerza como ya ocurriese en Extremadura. Sin embargo, lo más llamativo, para un servidor de todos ustedes, es el caso del señor Arenas. Dieciséis años en la oposición como perdedor. ¿En qué empresa privada, lo hubiesen soportado más allá del año y medio? En ninguna. Pero, la política posee otras connotaciones y privilegios elevados. Arenas, seguirá viviendo del trabajo ajeno hasta que se desplome. Indudablemente, su dignidad y la de su partido quedan un tanto en entredicho. Y esto se puede trasladar a la misma sede de Génova en Madrid. Hoy, el esposo de Soraya Sáenz de Santamaría ya trabaja en un cargo importante de Telefónica. Queda con esta sucinta explicación, que el paro y los sueldos mínimos, están copados por el pueblo. ¡Son tan solo, cosas que pasan! José Pardo Ferrer.

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