sábado, 10 de marzo de 2012

LA HUELGA GENERAL DEL 29 M.


Las huelgas son un derecho constitucional, como lo es el trabajo para el ser humano mayor de edad. Creo mucho más en el derecho al trabajo.
La mayor satisfacción y derecho del hombre, consiste en que cada mañana, el despertador suene a una hora temprana, y que, le anuncie su honroso deber y contentamiento de saber a dónde encaminar sus primeros pasos cotidianos: "Al trabajo" dignamente remunerado según sus conocimientos o menesteres.
Esta huelga, la catalogaría "como de oportunista" y perentoria. Nunca he sido sindicalista, y me alineo frontalmente en su contra, al menos con los de España. Otra cosa sería, sí al igual que en otros países, los sindicatos fuesen libres económicamente, y al igual que en un gobierno republicano, en él, cupiesen la derecha y la izquierda, al unísono que diversos partidos de diferentes índoles y tendencias ideológicas.
Pero, en España somos disparejos, nosotros el pueblo, a través del Estado, de éste del que formamos parte y lo alimentamos todos, les proporcionamos una gran cantidad de millones de euros a los sindicatos para que bien cebados, todos los que conforman su altísima pirámide vivan como dioses en el Olimpo.
Son hechos estadísticos, al igual que los largos períodos de paro, unidos a fuertes indemnizaciones por parte de las empresas. Son, demasiados parabienes, los que pagamos todos los españoles restantes. Pienso, que o una cosa o la otra. Al fin, cuando una sociedad mercantil quiebra, de momento, todos al paro, ¿y quién paga?, ellos mismos y el resto del pueblo.
En cuánto, a los días por año trabajado, ¿quién los paga?, el Fondo Monetario. ¿Y quién es éste? Todos nosotros y los que cobran al final de varios años de él.
Demagógicamente, se va a una huelga, que hace varios años se debía haber producido, para que Zapatero, hubiese comenzado a realizar las necesarias reformas que iban en contra de su ideología, y que han ido arruinando a España. Aunque justo es decir, que junto a su falta de menester para gobernar, estaban los que hoy gobiernan sin darle con un palo al agua y robando a espuertas en sus feudos, cortijos y masías –muchos de ellos.
Qué no estoy de acuerdo con la anunciada huelga, es un hecho, y mis razones son sencillas y materiales:
España, no está para alborotos o algaradas.
Hay otros lugares más serios, para denunciar al actual Gobierno y su marcada dirección obligada hacia la derecha. Sin embargo, aunque un servidor, no les haya votado y los botaría, debo reconocer que, el pueblo de España es soberano y que las urnas nos han deparado lo que nos merecemos.
Esta mañana, he leído sobre las siete el periódico digital El País, y me ha llamado la atención una sentada de jovenzuelos que solicitan el voto a los dieciséis años. Y, desde mi ignorancia e inocencia ancestral me pregunto:
¿Se emanciparán de sus padres, y serán responsables por sí mismos ante la Ley y la Justicia? ¿Se sienten, lo suficientemente hombres para ir a una cárcel y que allí, bárbaros sin escrúpulos les taladren cada día sus infantiles esfínteres?
Ser hombres, sin demagogias ajenas, poseen una cantidad de obligaciones que hoy ignoran. Con ello, no deseo desmerecer a estos jóvenes manejados no sé muy bien por quiénes o por su propia ignorancia.
Sin embargo, considero más oportuno que sigan disfrutando de su adolescencia de un modo sano, ya que, les sobrarán años para ser mayores y tomar sus propias y decisivas decisiones así, como la enorme carga de responsabilidades.
El 29 de este mes de gracia y festejos, para Castellón y Valencia, quedará marcado en nuestras retinas como una fecha de múltiples revueltas, ya que al fin, las masivas manifestaciones, en teoría pacífica, terminan plenas de alborotadores oportunistas.
¡Mejor, me quedo en casa! Y, que se consigne que, razones no faltan ni faltaron hace dos años, pero, en contra de ambos partidos mayoritarios. ¡Y, qué así lo atestiguo!
José Pardo Ferrer.

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