En términos tenísticos, la Unión Europea ha salvado la primera bola de partido. La unión de los grandes bancos centrales, han salido al paso de una tragedia, en la que se hubiesen visto inmersos ellos igualmente y la economía mundial.
Hoy, en algunos lugares de prensa escrita, leo con cierto aire exceptio, las declaraciones de Salgado aduciendo que la situación de España nunca ha sido dramática. Ya solo me queda escuchar a Zapatero, aduciendo que vislumbra brotes verdes en nuestra depauperada y escuálida economía.
Hablar de rumores sobre la situación de la zona euro, es intentar hacerle creer a los pueblos que en ella o bajo la misma cohabitamos, que los pájaros maman. Caso contrario, no se hubiese puesto de un modo exprés, la maquinaria del Banco Central Europeo, la Reserva Federal estadounidense, el Banco Nacional Suizo y el Banco de Japón todos a una y a una velocidad de vértigo en marcha.
Señora Salgado, por lo que le queda de estar en el convento, no realice lo que dice el refrán. Márchese con dignidad y con la veracidad por delante. Como una dama.
Sin embargo, deseo destacar que, en un partido de tenis el éxtasis se produce por no existir un tiempo delimitado para jugar el mismo, y por esto ocurre en múltiples encuentros entre aficionados o profesionales, que tras desperdiciar varias bolas de partido, el contrario se rehace y termina ganándolo.
Digo esto, porque el salvavidas es para tres meses, casi justo hasta fin de año. Y la deuda, crece y crece sin parangón o analogía. La Unión Europea, debe más que divisa apostándose en los picos más elevados de los Alpes en un día radiante de sol y transparencia. Y, este dinero, se tiene que devolver.
¿Hasta dónde se encuentra inmersa la deuda de España? Que la señora Salgado, sea valiente y que lo diga. Y a su vez, que nos explique, a qué sacrificios nos enfrentamos los españoles para hacerle frente a ésta y durante cuántos lustros.
José Pardo Ferrer.
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