martes, 27 de septiembre de 2011

MAL COMIENZA REDI


Y, bastante peor para un servidor. En cualquiera de los casos, no podía esperar otra cosa con su inesperado retorno.
 _ ¡Buen día Pepe!
 _ ¡Buen día tengamos REDI!
Te traigo un diminuto decálogo con mis nuevas pretensiones, que espero que firmes, y más tarde signemos ante notario.
 _ ¡Por favor, léelo tú misma, y luego me lo entregas!
Primero: nada de comer hierba o pienso. Deseo cada día, unos buenos filetes de rosbif, acompañados con finas verduras al vapor. Mantel de tela blanca, bien planchado y servilletas a tono, cuchillo y tenedor de plata, acompañada la comida por un vaso de vino Vega Sicilia. De postre una tarta de almendra rellena de chocolate y un cafelito.
Segundo: Deseo y solicito imperiosamente, un ayudante para ejercer de guarda por las noches, con el fin de descansar una fiel servidora del ama y tuya, tal y como se merece mi alcurnia y nuevos doctorados con Mac Cum Laude.
Tercero: En lo sucesivo, deseo que todos se dirijan a mí como: Lady REDI, ya que el condado de Kildare en mi natal Irlanda, me ha otorgado el título de Condesa, nombrada hija predilecta y la calle más importante donde vive la alta aristocracia lleva desde ya, mi nombre: "REDI Lady Countess of Kildare".
Cuarto: Deseo, una paga vitalicia de 6.000 euros mensuales para mis aceites, ropa adecuada y demás gastos de bolsillo.
Quinto: Necesito a la mayor urgencia, una ampliación de mi estancia, de 300 metros cuadrados, con el fin de poder incluir a mi servidumbre, y poseer un salón de baile.
Sexto: Con la finalidad de dar acogida a mis invitados, se les encargará a los más nobles artesanos de la madera, un comedor con muebles regios acordes a mi nueva alcurnia.
Séptimo: Necesito chofer y coche con un guardaespaldas a mi servicio, día y noche, todos los días del año incluidos domingos y fiestas de guardar.
Octavo: Ordeno que se realice un bando en la noble villa de Chiva, con el fin de que se me otorgue la llave de oro de la ciudad, y que recibiré de manos de su inepto y demagogo alcalde.
Noveno: Deseo ser nombrada doctora Honoris causa, por parte de todas las universidades más importantes de España, dada mi relevante eminencia.
Décimo: Con referencia a ti, mi amado y respetado amo, mi querido Pepe, te permito a igual que a mi dilecta ama, que os limitéis a hablarme de usted y con el tratamiento sencillo de señora REDI.
 _ ¿Qué te ha parecido Pepe?
 _ Pues, bastante bien, dado que estoy con desarreglos intestinales, este documento o decálogo, me vendrá fenomenalmente en caso de urgencia repentina.
 _ ¡Lárgate de mi vista, y vuelve a pastar en el césped, sinvergüenza!
 _ ¡Ay, Virgen de las Lágrimas Ocultas, lo que me acabas de decir! Yo me voy de esta santa casa.
 _ ¡Qué así sea, pero para el resto de mis y tus días!
José Pardo Ferrer.   

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