El pueblo, éste que es soberano, no pasamos de un sobresalto para poseer otro. Esta semana, todavía, poseí el placer de charlar con Juan Costa y con Antonio, colaborador del periódico Mislata news el primero, y director el segundo.
La impresión no pudo ser mejor, pero me quedé con el regusto de charlar más extensamente con Juan a solas, y de un modo confesional, aunque sin fe dogmática por el medio.
El descalabro económico, es cierto y ya viene de largo, los que él indica sobre las vacunas, lo es igualmente, y realmente existe un paralelismo que converge en un mismo lugar: la avaricia, pecado capital de demasiados. La estafa a gran escala, denominada de cuello duro blanco y corbata, al igual que la mendacidad de Bush sobre las armas de destrucción masiva, que nunca existieron.
Me acusa, en el mejor de los sentidos, y dentro de una exquisita crítica, de ser alarmista con nuestra situación económica.
"Los intereses creados", esa comedia que escribió Jacinto Benavente, más tarde Premio Nobel, de relevante éxito, recrea muy bien nuestra situación actual, pero sobre todo, su obra que le sigue a ésta, "La ciudad alegre y confiada" y es en ella en la que se encuentra hoy España.
Hoy, ningún político, alcalde, sindicato o sindicalista que posea interés alguno por desmontar el entramado actual. Ni eliminar el senado ni las diputaciones, e igualmente, ni hablar de deshacer las autonomías, y es que así comienza la obra de don Jacinto: "El tinglado de la antigua farsa".
Les recomiendo leer ambas obras literarias teatrales y trágicas cómicas.
En la prensa valenciana de hoy, aparece a bombo y platillos, la siguiente noticia: "Sanidad ahorrará 300 millones al año en menús, papel, luz y fármacos", pero aún espero la primera noticia para eliminar parte de los sueldos de los políticos de cualquier índole ni de sus suntuosos gastos.
Ni lo veremos, gane quien gane, ya que todos serán ganadores y mantendrán el tinglado de la farsa de toda la vida política.
José Pardo Ferrer.
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