viernes, 25 de noviembre de 2011

¡AY, CON LAS DEPURADORAS!


En realidad, una depuradora solo sirve para recibir aguas fecales y reciclarlas o refinarlas. Pero, en nuestra Comunidad Valenciana y más en concreto en Valencia, desde hace unos años las aguas fecales bajan muy densas y espesas. Por lo visto, el pueblo capitalino camina un tanto estreñido.
Cuando esto ocurre, lo más necesario es una buena batidora gigante, pero en la de Pinedo ya se ha hecho tarde para batir la "mierda", ésta es muy dura y espesa, y crece y aumenta su nivel haciendo que comience a salirse de su ubicación y salpique con millones de euros a diestro y siniestro.
Sin embargo, algo me llama poderosamente la atención, a los votantes les gusta el escándalo. Estamos ya tan habituados, qué por qué cambiar.
Ver el día 20 N, a Rita y Fabra dando botes abrazados y alborozados era un deleite para la vista. Incluso para la mía ya un tanto cansada. Pero en el fondo, tan solo son dos criaturitas que disfrutan de poseer y asegurarse un sueldo a fin de mes. Además, son tan buena gente, que están dispuestos a no poner los pies en el cenagal o la porqueriza de la depuradora.
Son tan refinados y van tan empañaditos, que cómo solicitarles que se ensucien con un agujero más o uno menos, al fin, al día siguiente el día 21 N, se destapó parte de lo del Banco de Valencia. Nada, otra bagatela más 3.600 millones de euros, de momento.
Todo esto, lo soluciona don Mariano en un periquete, esto y todo lo que venga en el día a día. Todo son bufes de pato, comparado con los que se van, y con los que volverán.
El pueblo español, está acostumbrado a digerir esto y mucho más. Aunque deseo dejar muy claro que, en el fondo me siento feliz viendo tanta felicidad en el PP el ya mencionado día 20 N por la noche y madrugada.
Lo expreso muy bien Alfonso Rus, esa noche champagne y mujeres. ¿Habrá algo más hermoso que verlos a todos unidos, cogidos por sus limpias manos y bailando la tarara? ¡Pienso qué no! ha sido demasiada felicidad para una sola noche, pero ya nos alcanzarán otras. A no tardar, una nochevieja a la luz de los candiles de aceite refrito de soja y con el braserito con poquito carbón, pero para eso están la paleta y el "ventall".
¡Alegría, alegría...!
José Pardo Ferrer.

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