martes, 1 de febrero de 2011

¿ENGAÑO O ESTAFA EN EL CORTE INGLÉS?

¿ENGAÑO O ESTAFA EN EL CORTE INGLÉS?
En la vida actual, y mucho más en la venidera que será seguramente mañana, debemos de ser muy precavidos con los engaños o estafas que nos realizan siempre al descuido y con disimulo.
En unas Galerías comerciales del Corte Inglés de Valencia, mi esposa y un servido subimos por las escaleras mecánicas. Justo en el rellano que se produce antes de continuar ascendiendo, una señorita muy sonriente y debidamente acreditada como empleada de El Corte Inglés, nos interpela y pregunta si disponemos de un minuto.
Estamos en un establecimiento serio de reconocido prestigio y muy alejados de engaños o estafas.
  _ ¿Usted dirá?
  _ ¿En su domicilio, el teléfono lo tienen contratado con Telefónica?
  _ Sí, así es.
  _ Pues entonces, por el mero hecho de que le facturemos nosotros, poseerá un descuento en sus facturas del 30% (Sic.)
  _ ¿Por tan sólo eso?
  _ Sonrisa de oreja a oreja. Sí señor.
  _ ¿Pues qué más nos da qué nos facture telefónica o El Corte Inglés?
  _ ¡Pues claro señor, vamos allá, a ver…!
  _ Le aportamos todos los datos, y al pedirnos la cuenta bancaria le informamos que, el cargo se realizase en la misma cuenta que lo realiza El Corte Inglés.
  _ Ha sido un placer, nos dio las gracias, no sin antes decirnos que vivía en otra urbanización vecina de la nuestra.
Y de estos modos y manera fue llegando una factura procedente de TELECOR de treinta y tantos euros cada una.
No miraba nada más, pasados unos meses me dejaron en el contestador telefónico, un mensaje dicho todo muy rápido e ininteligible. No lo borré y lo escuché tres veces más hasta enterarme de lo que decía.
Procedía de TELECOR, la voz de la señorita parecía que estuviese imitando el 22 de diciembre a los niños de San Idelfonso. Llamé al teléfono indicado, y aquí sí, una señorita muy amable me indicó que yo ya había abandonado Telefónica o Movistar, y que me estaban cargando el ADSL, pero claro, al unísono se lo pagaba igualmente a Telefónica, y que debía darme de baja de telefónica.
Le expliqué el caso, y me dijo:
El que usted acepte con grabación de voz dicho cambio, le deja sin ADSL al menos mes y medio.
Dado que un servidor, aunque mal, se dedica a escribir y leer diariamente –hobby que poseo desde hacía muchos años– y que mi espera ha valido la pena, ya que llevo diez años inmerso en esta afición, le dije que yo no podía estar tanto tiempo sin el ADSL.
La amble señorita, me dijo textualmente:
  _ Usted ha sido objeto de un engaño a cambio de una comisión. Le debieron decir la verdad. Llame inmediatamente al 1004, y le dice a la operadora que le atiendan que: lo asignen de nuevo a telefónica. Ellos nos pasarán la orden y ya no recibirá más facturas de Telecor.
  _ Muchas gracias señorita, ha sido usted muy sincera y amable.
Comencé el recorrido por telefónica yendo de Poncio a Pilatos. Al fin, me atendió un señor de éstos que tú no entiendes, pero que él si me entendió a mí. Parecía que el engaño o estafa, al menos, se había paralizado. ¡Pobre necio, las facturas de Telecor continuaron llegando al menos dos más que recuerde!
Comencé de nuevo. Primero Telecor. Conté la misma historia. Esta vez la señorita fue menos amable:
  _ Nosotros no podemos hacer nada hasta que no recibamos la orden de Telefónica.
Vuelta al 1004, tras varias llamadas un operador de los que tampoco entiendo, me dijo que estaba pendiente de realizar la grabación pertinente, se hizo, y a esperar. Recibí otra factura de Telecor, pero ésta de menos importe.
Bueno, había llegado al final, tras desembolsar unos doscientos euros y los trastornos que a los mayores tanto nos alteran.
Entonces, pasados dos o tres días, se me ocurrió reclamar a una dirección de correo de Madrid. Y en dos días recibí una respuesta de un señor que se hace llamar:
Esteban Luís Yela Gómez.
Servicio Atención a Clientes – Dirección.
  _ Paso su reclamación a la Dirección de TELECOLOR, para que resuelvan su reclamación. Le pedimos disculpas por todas las molestias y le envío un cordial saludo. (Sic.)
El correo electrónico, es un tanto de risa, por lo que me puso a continuación. Poco menos que parecía dictada por el Servicio Secreto de su Majestad la Reina de Inglaterra –con mil perdones hacia su Majestad– pero como me solicita que no lo haga público bajo pena de muerte por el método de garrote vil un servidor, sólo lo enseñará en caso de auténtica necesidad lo que no creo que se haga necesario.
Así pues, ni en el Corte Inglés, ni en el despacho del Papa en La Ciudad del Vaticano volveré a caer en la tentación de escuchar a nadie que me ofrezca algo, y menos si es un auténtico chollo.
En este caso, el Corte Inglés que ha dado la respuesta por callada, debe  entender que el engaño o estafa o quizás tan sólo un abuso de confianza, se produce dentro de sus instalaciones por personal acreditado suyo. Y que conste que valoro a dicha empresa, pero fiarme, a partir del sucedido, algo menos.

1 comentario:

  1. Le animo, si usted tiene a bien, que comparta su experiencia en una Comunidad de Facebook ( http://www.facebook.com/MeEnganaElCorteIngles ) en la que intentamos, a través de nuestras experiencias, que El Corte Inglés cambie aquello que no nos gusta como clientes.

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