CATALUÑA ESTÁ EN MANOS EQUÍVOCAS

CATALUÑA ESTÁ EN MANOS EQUÍVOCAS

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Al desarrollar una referencia sobre Cataluña, siempre deseo opinar sobre sus políticos. El pueblo catalán en general, dicho con la boca bien abierta, merece todos mis parabienes.
Aclarado el adagio, oteo cómo se echa atrás una mitad de CiU, después de haber exasperado a España y repudiar de ella en la UE. Su consigna, es preclara, devastar todo lo español, de un modo demagógico y un tanto ido por parte de Artur Mas, éste que se ha convertido en el cruzado de una independencia imposible desde su delirio.
Si lo examinamos bien, para Artur Mas, esta independencia se ha convertido en una entelequia, y dentro de un marco económico actual en Cataluña, provocado –en parte– por el tripartito, y que ahora CiU no encuentra una salida por muchos recortes que haya perpetrado desde su llegada al poder.
Me llaman amigos de distintos lugares de esta España repudiada por Cataluña, y por parte de su pueblo, y todos coinciden en que a Cataluña ni agua. Me dicen, no faltos de razón, que cuando van de compras, miran y remiran los productos para evitar comprar, al descuido, alguno que bien sea catalán o esté distribuido por Cataluña.
Cuando el famoso tripartito, un servidor, no solo no consumía productos catalanes, sino que, realizaba apología en contra de los mismos, y hoy, he comenzado de nuevo con mi campaña. En mi casa no entrará nada que sea catalán, a sabiendas.
Salvo, claro, está, mis amigos de aquella tierra. Cada pueblo, a través de la historia se forja un camino, al igual que las personas, y este camino, por muy duro, empinado y angosto que resulte ser, el andarlo con la cara alta y con la mirada al frente, siempre dependerá de uno mismo.
Hoy, Cataluña, se ha metido en un callejón sin salida, y para alcanzar a ésta, deberá recurrir por las bravas, según palabras del Moisés del pueblo catalán, el señor Mas, en una retahíla de bravuconerías tabernarias, despropósitos y embustes, dirigidas a una parte de pueblo que comienza a desertar de sus filas, y para más tarde envainársela.
Cuando habla, no puedo evitar la comparación en blanco y negro, que poseo en mi retina “Der Führer” y de las exaltadas proclamas dirigidas al pueblo. Y, las consecuencias a las que llevó a Europa un guía un tanto ido. Alemania, debía seguir pagando por ello.
Los tiempos afortunadamente han cambiado, Arturo Mas, no puede llevar a Cataluña a una guerra, pero sí a la miseria.
Cataluña, vive montada en una historia falsa, y que se ha realizado a su medida. Pero, la historia, es la que es y desde su inicio. No una historia plena de mendacidades.
En realidad, lo único que cada desvarío catalán ha provocado para España, han sido pérdidas irrecuperables, como por ejemplo, Portugal y el Rosellón. Aunque lo peor, es que su falta de “seny” España comience a esta parte de Los Pirineos.
Todo será que nos echen de la UE por sus nuevos dislates. En cualquier caso, lo mejor que les puede pasar, es que los españoles dejemos de comprar sus productos, y sé, que el mejor cliente de nuestra tierra valenciana es Cataluña; al igual que Valencia es el mejor cliente de Cataluña.
Sin embargo, en márquetin te enseñan que, clientes hay muchos pero proveedores pocos. Aunque, esos clientes deben de poder comprar en igualdad de condiciones…
José Pardo Ferrer.

EL TRÍO DE LA BENCINA

EL TRÍO DE LA BENCINA

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Que los tríos siempre han estado de moda, es un hecho contrastado. Sin embargo, en las dos últimas décadas tríos e incluso cuartetos, en el mundo de la política se han puesto de actualidad.
El Trío de la Bencina, nace del título de una película que se podría calificar de comedia romántica. Dado su carácter un tanto grotesco, en mi época de juventud, se solía decir: ¡Ahí, va el trío de la bencina! Expresado con sarcasmo, y dirigido por ejemplo a tres amigos que no realizaban una a derechas. ¡Estos políticos actuales son como el trío de la bencina!
En Cataluña, es donde más se entiende de tríos, cuartetos y quintetos. Sin embargo, deseo hablar de todos los políticos que caminan por España en busca de su Edén particular. Para alcanzarlo, no faltan codazos, empujones, calumnias recónditas y camufladas a la búsqueda de sus intereses económicos para sí y para sus allegados, y jamás, nada de las mujeres primero.
Sin mentar, la cantidad de escándalos de gran calibre dentro de la corrupción, sustracción y aprovechamiento a costa del erario público –entiéndase el pueblo– y en este sentido hay que resaltar al PP valenciano como el número uno en toda España.
En Valencia, todo el PP se encuentra pringado hasta las trancas. Allá, en las alturas y centro de la Meseta, en el pueblo, villa y Corte de Madrid, la desvergüenza no puede ser mayor. Pero, igualmente ocurre con el PSOE en el Sur, y en otras alcaldías en las que gobiernan.
El PP, ante la desesperación de un pueblo que creía estar muy mal, lo votaron, sin saber que otorgar el poder al PP, equivalía a sacar del armario a todo lo más rancio de todas las derechas recalcitrantes aglutinadas en un solo partido.
Se marchó Zapatero, una persona nada útil para gobernar, aunque tampoco todo lo que realizó estuvo mal hecho. Influyeron más sus modos y maneras un tanto idas y precipitadas. Por ejemplo, hace unos días fue aprobado el matrimonio homosexual. Era un colectivo, que llevaba demasiados años sufriendo y siendo perseguido durante el franquismo, con saña, y alejado de la tolerancia social más tarde.
Con ello, España, da un paso adelante hacia el respeto, la educación y la tolerancia con las personas que poseen otras tendencias sexuales.
Entretanto, el señor Ruiz Gallardón, con la boca muy pequeña ha aceptado el veredicto, pero se mantiene en no tolerar el aborto ante fetos malformados, me agradaría que él y su honorable esposa tuviesen mellizos en esas condiciones. ¡Así es la extrema derecha! Manipulada por la Iglesia, y por cierta secta instalada en el poder de Madrid y de otros lugares donde gobierna el PP, como en Valencia.
Pero, la gran verdad es que la gente, el pueblo, tiene miedo. A un servidor, le gusta muchísimo hablar con la gente llana con la que sufre y posee miedo. Miedo en plural, a perder el puesto de trabajo que poseen, miedo a no poder pagar sus deudas, y mucho miedo al futuro cercano.
En Valencia, poseemos a un Trío de la Bencina del mundo político, por una parte está el Bloc, con Enric Morera al frente, un hombre moderado y recto pero, catalanista furibundo. De hecho, en cuánto comenzó el tema del separatismo por parte de Artur Mas, él estuvo de acuerdo con una Cataluña independiente, de acuerdo con ciertas preguntas que le realizaron desde medios escritos.
Burgués bien acomodado en Oliva, pero nada qué decir en su contra, sus negocios son lícitos, y conozco a varios alcaldes del Bloc que se están perpetuando en diferentes lugares de nuestra CV sin que ninguna mancha los ensucie ni a ellos ni al partido al que representan.
Caso por ejemplo en Muro de Alcoi, un pueblo, que dada su cercanía con el límite con la Provincia de Valencia, se siente más identificado con todo lo valenciano que con lo alicantino. Salvo en la fiesta de los moros y cristianos y su licor café.
En segundo lugar, nos aparece Compromís, otro partido con señas de identidad, claramente catalanas; aunque ellos deseen pasar por un partido nacionalista valenciano. No conozco nada en contra de ellos, salvo los estrafalarios modos y maneras de actuar de su máxima representante.
Y, para cerrar el triángulo, está IU. No entiendo su significado, más bien creo que con una sola izquierda democrática –dado que hoy en día no puede ser de otro modo– sobran las demás.
Sin embargo, personalmente pienso, que para destronar al PP de Valencia, deberían montar una orquesta de cámara, un cuarteto o un quinteto. No les voy a ofrecer ninguna idea, dada mi ignorancia entre otras cosas, en la política.
Pero, para causar mayor efecto de carácter serio, el Trío de la Bencina actual debiera ampliarse.
José Pardo Ferrer.